Parece mentira que después de tres meses trabajando no os haya hablado un poco sobre Shelter Associates y mis compis de trabajo. Estuve esperando a tener un documental acabado (el cual creo que jamás se hará) para hablaros sobre esta ONG, pero realmente no tengo escusa, ¡hay tantas cosas que quiero contaros y que no encuentro momento!
Vine sin saber que querían de mí y me convertí en la fotógrafa de la ONG, querían que documentase todo lo que pasaba y al mismo tiempo organizase un servidor común con la oficina central en Pune que llevaba años sin seguir ningún esquema más que el de soltar carpetas sin nombre en el.
Trabajamos en los slums (¿suburbios?) de 4 ciudades tratando de mejorar su calidad de vida en todos los aspectos. Diseñan las viviendas en las que se van a reubicar, diseñándolas junto a los propios habitantes del slum y contando con sus necesidades. Todo comenzó con unos baños móviles hace unos diez años en Sangli y hoy en día trabajan en más de 35, 29 de los cuales se están reubicando. Diferentes talleres educan a los niños con lecciones de higiene, salud y nutrición y han creado una marca que comercializan por todo el mundo vendiendo bolsas de la compra con telas de sarees. Esta es su página web, y así veis lo organizadiko que lo tengo! www.shelter-associates.org
Que días de llorera, comilonas y visitas de despedida. Como voy a echar de menos la ofi, mi terraza fumadero, mi Saaaaangitaaaa, las hormigas oscuras que intentan rodearme cada tarde, el vecino que grita algo que me parece “rubia” y sale un niño, las 3 sirenas inexplicables, los zombie burros, no saber que pasa a mi alrededor ¡y mi nueva lengua, el marathi!
Pero sin ninguna duda lo que más voy a añorar va a ser visitar el campamento de transición del slum de Miraj, el primero al que fui y el que cada vez que voy me llena de sentimientos y felicidad. Y como no a Ross, quien además de ser el arquitecto superhéroe de la organización, ha hecho que estos meses sean lo más sencillos y agradables para mí y en quien he encontrado a un amigo con quien reírme de esta locura de ciudad.
AHHH!!! Si tampoco os he contado como volví de Sri Lanka a Sangli! Una vez llegué al aeropuerto de Chennai, India tuve que decidir mi próximo movimiento de avance dirección Sangli lo que se dice al “tun-tun”. Y me fui pa Mysore, ciudad conocida por el incienso, las esencias y el yoga. Me di de bruces con una India turística que desconocía, con timos (lo intentaron), turistas y vendedores más pesados de lo habitual. Aun así me parece un sitio precioso y muy fotogénico.
Y de ahí, tras casi dos días de buses de la muerte llegué a Sangli donde rápidamente me mandaron hacia Pune casi sin tiempo a deshacer la mochila. Eso sí, en Pune me fui de couchsurfer y fue un soplo de aire fresco en toda regla. ¡Parecía estar de vuelta a Europa! Viví con tres chicas estudiantes que ellas decían que era yo más india que ellas. Nos fuimos de fiesta, de conciertos, cumples y hasta a una cervecería snob que elaboraban su propia cerveza. mmmmm Y como guinda final me pidieron que les hiciese algo en las paredes, me lo pase teta escribiendo.
Mi aportación a su locura de casa fueron las fotos y la frase del blog en la columna, ¿su aportación?Obvia, la locura, tres días con indias despendoladas y fiesteras.